¿Qué es un punto de recarga convencional?

La movilidad eléctrica avanza con el paso del tiempo, pues cada día son más las personas que adquieren un vehículo hibrido para desplazarse, sin embargo, existe aún gran escepticismo por ellos, sobre todo por su mayor interrogante de esta tecnología: ¿Cómo y dónde puedo cargar el coche?

Cargar un automóvil eléctrico, no es tan complejo como muchos piensan, pues solo debe conectarse a la corriente eléctrica hasta que la batería almacene la energía necesaria para movilizarlo.

Existen varios tipos de cargadores, así como distintas velocidades para hacerlo; por ello es necesario conocer bien las especificaciones del vehículo para evitar inconvenientes.

Una de las maneras más comunes y practicas de cargar el coche es en cualquier toma de la casa, también es común aprovechar las horas de trabajo para hacerlo en una estación mientas estás en la oficina, o cuando vas de compra en el parking de un centro comercial, entre otros.

Si deseas formar parte de la movilidad sostenible, entonces es el momento de elegir la forma como quieras cargar el coche con energías renovables en el aparcamiento.

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Recarga Convencional

La recarga convencional se refiere a aquella que se realiza en casa y es la más lenta de todas, pues el coche deberá estar conectado entre 4 y 8 horas para que la batería pueda cargarse completamente.

En este tipo de carga eléctrica se emplea el voltaje y la intensidad de la energía contratada en el hogar.

Normalmente la potencia eléctrica que suministra el punto de carga convencional es de unos 3,7 kW, por ello es normal que se realice durante toda la noche, pues en este momento existe menos demanda del servicio.

Este tipo de punto se instala en el garaje de la casa, sin importar si estamos en una vivienda unifamiliar o comunitaria.

¿Se pueden cargar los coches eléctricos en un enchufe convencional?

La potencia mínima necesaria para cargar la batería de un vehículo eléctrico es de 2,3 kW, aunque normalmente se recomienda contar con al menos 3,6 kW de potencia.

Para colocar un ejemplo, una batería media de un vehículo eléctrico de 35 kWh puede tardar unas 15 horas para cargarse completamente, con una potencia de 2,3 kW; cuando se dispone de una potencia de 3,5 kW el coche se cargará en 10 horas aproximadamente y puede reducirse a menos de 5 horas, si se cuenta con una potencia de 7,4 kW.

Sin lugar a dudas, el sitio más práctico y cómodo para hacerlo es en casa, en el cual se cubre entre un 80 y 90% de la necesidad de energía de un vehículo eléctrico.

Sin embargo, la mayoría de las casas en España, tienen una potencia media contratada de entre 4 y 5 kW; por consiguiente, con un cargador de 3,6 kWh deberíamos tomar cualquiera de las siguientes opciones:

  • Si se dispone de un cargador inteligente, la potencia será modulada en función de la demanda de energía que en el momento emplee la casa; es decir, si la casa está consumiendo en el momento de cargar el coche 2 kW y la potencia máxima contratada es de 4,5 kW, el cargador solo empleará los restantes 2,5 kW de potencia para cargar el coche; lo que llevaría a aumentar el tiempo de carga.
  • En caso de no contar con un cargador inteligente, puede ocurrir que se sobrepase el límite de potencia máxima contratada.

En este modo de recarga (tipo 2), solo se debe conectar el vehículo a la toma de corriente con un conector tipo Shuko, donde normalmente se producirá una carga con corriente alterna monofásica a 230 V, 16A y con una potencia máxima de 3,7 kW.

El enchufe tipo Shuko es de dos pines redondos, los cuales utilizamos de manera estándar y frecuente en los hogares; como se mencionó anteriormente, las tomas del hogar son de corriente monofásica de hasta 16 amperios, lo que quiere decir es que es posible enchufar un coche eléctrico a una toma de corriente convencional.

¿Puede instalarse un punto de recarga en casa?

El tema con las recargas convencionales con un conector Shuko, es que es un proceso más lento que otras tomas diseñadas para vehículos eléctricos.

Por ello también se cuenta con la opción de instalar un WallBox en casa, pues a diferencia de las tomas convencionales, este tipo de instalaciones permite realizar recargas más rápidas, con un elevado nivel de comunicación entre el punto de recarga y el coche eléctrico.

Para ello existe una normativa especifica que facilita la instalación de este tipo de puntos en casas y garajes comunitarios; para hacerlo es necesario contar con la autorización de la comunidad, en caso de que se requiera una preinstalación o extender la conexión que se deriva del contador.

Una de las principales ventajas de la recarga con WallBox, es la seguridad que ofrece, pues este tipo de tomas evita que se pueda dar una sobrecarga en la instalación eléctrica, debido a que producen mayor potencia en la carga, pues permiten personalizar la potencia con la cual se quiere recargar la batería y el tiempo que llevará la recarga.

Adicionalmente es posible bloquear o desbloquear su uso mediante un control a distancia o una APP, para evitar manipulación de la toma por parte de terceras personas, sobre todo cuando se encuentra en un garaje comunitario.

Otra de las ventajas de este tipo de toma, es que produce una efectiva comunicación entre el pinto de instalación y el vehículo eléctrico, para evitar cualquier problema al momento de la carga.

La mayoría de las instalaciones de puntos de recarga, van acompañadas de una caja de protección, para garantizar el correcto funcionamiento de la instalación eléctrica y cuentan con un perfecto canal de comunicación directa con el coche, para poder ajustar la recarga de acuerdo a cada necesidad.

Es importante resaltar que mediante el Plan Moves, los propietarios de vehículos eléctricos, pueden recibir una subvención del coste total de la instalación de un punto de recarga que puede ser hasta de un 70 % y los habitantes de municipios cuya población sea menor de 5.000 habitante, pueden beneficiarse de esta ayuda hasta de un 80 % del coste total de la tarifa.

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